La misma consiste en que cada equipo lance penaltis de forma alternada hasta totalizar 5 cada uno. El equipo se encontraba inmerso en un período destacado en el que llegó a disputar hasta treinta partidos consecutivos sin conocer la derrota. El 24 de febrero de 1993, Maradona regresó al equipo cuando Argentina jugó la Copa Artemio Franchi contra Dinamarca en Mar del Plata.