Viendo el escándalo que se había montado por su elección, cambió de número al ‘77′, que, según afirmó, le recordaban las piernas de una mujer. Allí brilló en la vuelta en Alemania, deteniendo hasta en cinco ocasiones las oleadas de un West Ham que necesitaba remontar. El mejor champú sólido que encontré hasta el momento es el de la marca Lush. No era peyorativo. Era un nombre que iba asociado a una forma de actuar, de existir, de transmitir.