El público se tuvo que conformar con un vídeo en 2D con un Mani Thawani en gráficos de videojuego de los 2000 y una actuación de una réplica de Michael Jackson. Tanto, que salvo por las luces, las pantallas, algún vídeo y tres concursos llamativos, poco se pareció el evento al soñado festival del inversor y el amante del dinero. Un final de pesadilla para un evento que prometía romper todos los récords.