Esta elección está basada en que el rojo simboliza la pasión y el ardor sobre el terreno de juego y el negro el miedo que el equipo lombardo inspira en los rivales. Una breve incursión en las metodologías de Chapman revelaría con el pasar del tiempo, que era un visionario y la motivación subyacente detrás de las camisas numeradas, permitia a sus jugadores mantener una conciencia de dónde están en relación con sus compañeros de equipo en el campo.