Cuatro años más tarde, en las Olimpiadas de París, el éxito cosechado en tierras belgas se le subió a la cabeza y lanzaron una camiseta roja con una ‘uve’ de victoria gualda bajo el cuello que inspiró a posteriores camisetas como la de Le Coq Sportif para el mundial de Italia 90 o la de Adidas para la Copa Confederaciones de 2013. El resultado con esta camiseta, sobra decir, que no fue el mismo que en Amberes.