En los años inmediatamente posteriores, el Málaga consiguió dos nuevos ascensos a Primera División en las temporadas 1951/52 y 1953/54, sólo para encontrar nuevos descensos a Segunda División al término de las temporadas 1952/53 y 1954/55, con estancias de una única temporada en cada una de estas dos etapas en la élite. En esta primera etapa en Primera División, el Málaga permaneció por dos temporadas consecutivas en la élite del fútbol español, con el mítico exjugador Ricardo Zamora ocupando el banquillo de La Rosaleda.